martes, 30 de octubre de 2012

2.3.1.2 Multiplicación

2.3.1.2 Multiplicación
Multiplicar una planta a partir de ciertos órganos -retoños, tallos, hojas- o por división de matas que ella forma. Para practicar correctamente este tipo de multiplicación, es necesario saber que no son tanto las características de la planta madre, como las del órgano seleccionado, las que son reproducidas. Ello permite aislar ciertos detalles apreciados, tales como el color y el dibujo del follaje.

Se utilizan para ello plantas que han precisado un nivel óptimo de adaptación al medio y se eliminan, mediante las tijeras de podar, todas las partes endebles, pálidas, dotadas de hojas pequeñas o deformes, que llegarían quizás a arraigar, pero que darían origen a ejemplares de pésima calidad. Se escogen, pues,órganos ricos en savia, turgentes y bien formados, que rápidamente emitirán raíces y brotes que darán un ejemplar envidiable.

Se excluirán no sólo las partes que presenten lesiones, aunque sean ligeras, pues las mismas podrían ser de naturaleza parasitaria o infecciosa, sino también los órganos de apariencia sana pertenecientes a plantas afectadas por enfermedades criptográmicas o virosas susceptibles de existir ya en el interior de las células y de manifestarse en un periodo relativamente corto.

En contrapartida, podemos utilizar plantas cuyo marchitamiento no posea un origen patológico, sino debido a una falta de cuidados o a un medio inadaptado, tras haberlas estimulado oportunamente y escogiendo los órganos más vigorosos. Este material de segunda mano debe ser preparado, tratado y cuidado con una atención particular durante todas las fases del proceso de multiplicación.

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